sábado, 15 de noviembre de 2014

Escuchando a Beethoven

Escucho los sonidos
que nacen un vacío
desenvolviendo
en mí una serie de olas
prevengo despedidas,
pronostico en el eco
melodías lejanas
como suelo que piso.

Masivo es el ataque,
tanta belleza mansa
detrás de todo el hielo,
-ese cristal tan puro-
me despido hoy de a lleno,
no escatimo piedades
pues emigrar es algo
de gran naturaleza,
como la de las aves,
buscadoras de rumbos
desafiando ese viento
que azota su destino.

Cierta delicadeza

producen los sonidos
con tal peso que asusta, balanceando en si mismo
valores subterráneos,
fluyentes manantiales
de lava majestuosa
corrientes de la vida,
esa que conocemos.

Dramaturgia, impresiones,

racimos, ansiedades,
pureza amontonada,
melismática forma
de mostrar lo que es grande
vibraciones, relámpago
que acústico subordina la oreja
paraliza la sangre
e inunda el sentimiento
de haber reconocido
esta belleza oculta,
ese calor sin llama,
esta sequía que enchumpa
los ojos y la cara,
exactitud estricta
sin atropellar Tempos,
precisión que define,
y tiende a confundirnos...

Una nube me moja maxilares y el cuello,
es cascada, en un salto
que fluye cuando atiendo
sonidos del vacío,
abarrotan mi todo
me llena de nostalgia,
me gana, hasta que me vence.
                                   

J.A.G.G Wiesbaden

ALEMANIA (25-02-04)

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